miércoles, 24 de febrero de 2016


El riesgo sigue existiendo si, según Adichie, “mostramos a un pueblo como una cosa, una sola cosa, una y otra vez hasta que se convierte en eso”.

“La historias también se definen por este principio: quién las cuenta, cómo se cuentan y cuántas historias son contadas depende del poder. El poder es la capacidad no sólo de contar la historia del otro, sino de hacer que esa sea la historia definitiva.”

“Todas las historias me hacen ser quien soy, pero si insistimos solo en lo negativo sería simplificar mi experiencia y omitir otras muchas historias que me formaron. La historia única crea estereotipos y el problema de los estereotipos no es que sean falsos, sino incompletos. Hacen una sola historia, la única historia. Roban la dignidad de los pueblos.”

En una entrevista en The Guardian, Adichie afirmó que toda la literatura trata sobre el amor, pero “cuando los hombres escriben sobre ello, es un comentario político sobre las relaciones humanas. Cuando las mujeres lo hacen, es sólo una historia de amor”.

“Por las historias que he oído mi bisabuela era feminista. Se escapó de casa de un hombre con el que no se quería casar y se casó con el hombre que había elegido ella. Cuando sintió que la estaban despojando de sus tierras y sus oportunidades por ser mujer, ella se negó, protestó y denunció la situación. Ella no conocía la palabra ‘feminista’. Pero eso no quiere decir que no fuera feminista. Mucha gente tendría que reivindicar esa palabra.”

Extractos del artículo "Chimamanda Ngozi Adichie: El don de una narradora milenaria." (AHORA 19-25 de febrero de 2016)

No hay comentarios:

Publicar un comentario