viernes, 2 de septiembre de 2016

Y si entiendo
todo lo que dicen mis palabras
me quedaré sola y perdida
como un pájaro sin cielo,
sin árbol al que volver.
Nos levantamos tarde
no sabemos esculpir en la nieve palabras de hormigón
aunque duro es el gesto
porque amainó la tormenta en nuestros ojos
un viento huracanado cede a la resistencia de nuestros pasos
pobre el que no se una a seguir caminando
para que prenda la cerilla
el cielo rojo de la noche
tiene tatuado en el centro
un amanecer extático
los sones de los andamios
no nos impedirán ver su luz.
A veces duele la distancia en la mirada
como duelen las sombras escondidas en la pared
es tiempo de semillas aéreas:
espigadas cimas de cristal dormido
escucho los sonidos venideros
como si fueran frutos caídos del árbol azul púrpura
sé que las espinas necesitan de su tallo, ¿de su flor?