viernes, 20 de noviembre de 2015

SEMILLA DE LUZ

Quise ser semilla de luz
en mil otoños de oscuridad extraviada
entre perros que ladraban a la luna de noviembre
pero no pude
conseguí el olor temprano de las hojas secas
conseguí la humedad filtrándose entre la tierra
conseguí quizás una espina para el más breve llanto
creció la rosa entonces.
Ser semilla de luz en la oscuridad
ser manto para tapar tus heridas y tus rasguños ramaje
ser la sed que alienta mil ecos extraños
en el vasto universo de tu corazón.

martes, 17 de noviembre de 2015

TRAS LAS PALABRAS

Escondidas tras las palabras
están las rosas, y las rosas
están escondidas en las palabras;
las palabras son nuestro refugio
las palabras son la abdicación
de un reino que desde hace tiempo
no para de existir.

sábado, 14 de noviembre de 2015

ABISAL

No pasa nada, de algo hay que morir
iluminada está tu calavera
dionisiaco fruto de esperanza tardía
ecuestres cinceles de inclinada envergadura celeste
siente el azul, el gris azulado que modula tu cuerpo
tu sangre, tu vientre, tu corazón alado, tus venas ardientes
piensa el cincel que habita las entrañas de tus manos
espolea tus miedos sin cabalgadura te llevarán
a un remoto lugar y te deshabitarán
se los llevará el viento lejano a partículas infinitas de átomos en eclosión
cincelar el caballo-la ruta-la marea-las vestiduras
cincelar el cuerno del unicornio azul celeste
piedras en las manos, pequeñas y redondas
reloj de arena detenido en un desierto de arena
quiero ir allí donde se posa tu mirada
quiero llevarte conmigo hasta ese sitio
mirarnos desde dentro, quiero decir desde lejos
¿qué hacemos ahí parados?
el olvido se habita sin nosotros
déjalo latir, déjalo esfumarse como un encuentro fortuito.
Abrir las ventanas y volar hacia un lugar insospechado
como hoy, como aquí, como esta tarde, tú y yo
en los vértices de lo prohibido he escrito tres palabras:
oro, viento, migajas
de cartón molido en la trituradora del tiempo
aniquilación de la raíz viviente escrita
como los corazones tatuados en tu atlas universal
espero la caída de los titanes de coral ambarino
escalo montones de jaulas, ramajes sin amparo
perpetuadoras escalas de colofones ahorcados
trampas tras los matorrales “cuídado, detengan al zorro”
prohibido caer
indescifrables rutas ambarinas de corales semihundidos
en las fosas inescrutables de las cuencas de los ojos
absorber todo el agua potable de la fuente por los poros
deslizarse río arriba junto al salmón
prolongar la tragedia de un suspiro
embellecer los patios con dientes de nácar
acuchillar los cristales con tréboles de cuatro hojas
seguir la partida de los cascabeles de colores
como cuando seguía a mis amigas acodadas todas
estábamos en el balcón con vistas al río, pedimos
abismos, no abismarnos
detenernos justo en el momento de la caída,
de la sinrazón.

VERDE MENTA

Afloró la mancha verde, verde menta
he habitado las entrañas de la noche para evadirme de ella
he filtrado hilos de luz en mi mente
para deshilvanar la trama encerrada en esta
he atado dientes de marfil a la noche acorazado
tengo guiños en las manos como si escribieran en morse
me habitúo a las nuevas formas desorientadoras del vivir
enciendo la vela del deseo y la dejo velar por nosotros
para absorber todo el oxígeno de mis venas queden ecuánimes
de la culpa como del hastío
desoriento mis dedos en la ruta de mis palabras
ahora absorbo vibrantes cadencias de melodías innatas
ciertamente soy más torpe cada día y mi ceguera
me engaña, me dice que sí es verdad: cada día
todo es más lo que parece y no al contrario
recito ojeadas dunas y permanezco intacta en lo alto de mi cactus azul
para llorar las noches largas donde no hay sueños que dormir
donde una vereda me receta mi anclaje y ruedo por ella como un canto rodado
pienso las margaritas como un autómata piensa su maquinal paso (en absoluto lo pienso)
merezco la vena engarzada por el paradigma del océano,
por la amenaza de la tormenta, por el puntiagudo relámpago
escasea la muerte por aquí, he de buscar otro lugar menos amenazante
he de permanecer intacta en lo alto de mi cactus azul celeste
tierra baldía de escarcha y de nieves-angosto pesar
si tan siquiera pudiera eludir mi responsabilidad y compromiso
permanecería en la cicatriz del verso inacabado.