sábado, 28 de abril de 2012

ESPERANZA

Girl with mirror (Chica con espejo) Andrea Innocent. 2008

El tiempo es efímero, la voz de la palabra es devastadora, en el inconsciente del verbo la imagen extática se hace eterna.

Qué triste es soñar con mariposas que trenzan tu pelo mientras tu mirada vacía no te encuentra en el espejo.

Nombrar es morir; nombrar es... ¡no!

Soy joven todavía pero mis labios son viejos porque cuando quise decir no supe acercarme a ti o por la identidad misma de las palabras, que no consiguen dotar de sentido.

Por tanto, nombrar puede matar y nombrar puede morir: una muerte menos lenta e imprecisa que unos labios sellados frente a mi.

Esta mañana descubrí que en el espejo se habían multiplicado los reflejos, como clones que no alcanzaba a contar pues se perdían hasta el infinito. De puro horror grité sus nombres que el mismo que el mío.

Quizás empiece a recordar. Se nombrar primero el jardín, luego el camino de piedras y los árboles que crecen a ambos lados, el color verde de sus hojas; alguien me saluda. Le reconozco mientras un pinchazo acude a mi sien pero, a pesar del dolor, mis labios se abren y articulan los sonidos que confluyen en un "holaquétal".

Después siento que algo se rompe y siento que la luz me hace daño, una clara sensación de melancolía asciende hasta mis ojos enturbiando las imágenes que percibo, pero todavía no vuelvo a casa: salgo corriendo y tropiezo y me caigo. Estoy tan cansada que no me levanto enseguida (he de volver, de llegar a la hora de comer).

Tengo miedo, lo he visto en el teléfono movil que sonaba en el fondo de mi bolso.

Ahora estoy otra vez frente al espejo: me asombro al ver que mis labios ya no están tan arrugados ni secos y sonrío aún con cierta tristeza, y verme sonreir me anima y vuelvo a sonreir. La alegría me hace cosquillas en la tripa hasta que empiezo a reir. Me estoy sintiendo más viva cuando otra persona aparece a mi lado dentro del marco del espejo. No sé si sucede de verdad o si es sólo un sueño pero mis ojos miran hacia él, en una dirección concreta, y cuando la persona se da la vuelta desapareciendo sus espalda por la puerta, la palabra dirección cobra sentido y pienso: puede que esté en el camino.