sábado, 2 de enero de 2016

LA VERDAD DE LOS LUNÁTICOS

Confluyeron los astros acaso en el umbral de la juventud
cuando dejé de decir tu nombre y me puse enferma
acaso no viste en mis lágrimas que enraizaban allí
donde creció luego un árbol y nada más supe de ti.
Te dí la espalda y seguí caminando sólo por sobrevivir
pero allí donde creció nuestro árbol sólo hay páramo, amor
no puedo volver aunque sigo abismándome una y otra vez
prefiero estar sola y loca, prefiero la verdad de los lunáticos
el perdón no te hace falta, ya no creo en esas cosas
el valor, todo lo que tenemos nos es dado a los dos
ya todo puede ser reparado.

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