miércoles, 29 de septiembre de 2010

CONTROL

Llevo días soñando contigo, con que el paso del tiempo lo borra todo, tiempo borrador-"cabeza borradora". Voy a dejar de imponerme disciplinas que sólo hacen que pesen los pasos. Voy a dejarme volar como la cometa en manos del niño. Sin amarras, sólo la sinceridad con uno mismo. Que es mucho más sencillo dejarse llevar que atar los clavos con tornillos. Días de ansiedad y depresión. Ojeras que no ven el sol. Saltamontes dormidos y salamandras fantasmas. Hojas secas y lapiceros en el cajón... Todo por creer que era mejor el control que la armonía fluida de mi propia voz y el descanso en la cocina, para no salir, que el miedo está esperando fuera. Cada cosa que no digo, cada hilo sin hilvanar estallan como un sol de acero. ¿Por qué no seguir como si nada? ¿Por qué escuchar la voz que dice a todo que no? Si sólo es un suspiro, una breve sentencia herida, autodefinida. Un pequeño dictador metido en la cabeza o sin las lágrimas de Dostoyevski más sólo está el pobre Hegel.




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