domingo, 24 de noviembre de 2024

CUANDO NO SÉ

 
























“Dentro de mí
hay algo
  que nunca alcanzaré
y fue hermoso perseguir contigo.”
Salto de página, En la vida real (Paradero desconocido, Benjamín Prado).


Cuando no sé qué pensar
revuelvo todo lo que hay en los cajones con inquietud
buscando La Respuesta. Como si solo hubiera una cierta.
Como si todo fuera tan sencillo como responder a una pregunta del Trivial.
Como si la vida me fuese en resolver un enigma.
Será que el enigma soy yo, termino pensando equivocadamente.
Y no es así porque intentaba entender algo que quizás solo necesita
tiempo para poder colocarse en su lugar, de cualquier manera, 
si dejamos espacio y tiempo, se colocará donde debe hacerlo sin mayores aspavientos.
Es el malestar que nos produce lo que nos impide ver la realidad
y es normal ese malestar. Por eso, démonos tiempo, para que termine 
yendo al lugar donde siempre estuvo.

viernes, 22 de noviembre de 2024

ROSA VESPERTINA


 












Y yo sin saber que volveríamos a mirarnos con la punta de los dedos encendida.

No imaginaba que seguías siendo quien me despeinaría los pétalos y me haría sentir como si yo fuera una rosa vespertina.

Quizás olvidé cómo eras y quién fui yo cuando nos conocimos.

Quizás una nube de arena se posó en mi memoria. Y los párpados se cerraron como si ya no estuvieras. ¿Qué hacías tú durante ese tiempo? …Quería preguntarte.

Porque el olvido es como ese desierto por el que nadie transita.

Querría preguntarte: ¿Dónde te fuiste mientras yo escondía la ilusión en el cajón de la mesilla?

Sé que mirabas fotografías nuestras de hace tiempo que me querías enseñar.

Y yo anclada en un presente a la deriva prefería escuchar el sonido de la lluvia y pensar que aquello era escuchar el eco de tu voz.

Porque ponía el énfasis en la monotonía del silencio de los regalos que no abriríamos con el pesimismo obcecado del dolor. Y buscaba en vano el brillo de la luz en las alas de las mariposas, dormidas en invierno.

Hoy sé que la prisa me hizo correr sin rumbo hacia un lugar estéril, donde solo crecían cactus que no daban flor. ¿Prisa por qué? ¿Prisa para qué? La urgencia es un modo de supervivencia. Disfrutar lleva más tiempo.

Hoy que me he levantado de nuevo junto a ti, que reconozco tus manos cuando se encuentran con las mías, digo tu nombre sin esconderme de ti porque sé que eres tú.

domingo, 22 de septiembre de 2024

Etta James - Trust In Me

A TU LADO

 






















Si despierto un día como hoy con los ojos bien abiertos y estás a mi lado.


Si despierto un día como hoy y algunas lágrimas se escapan por el dique abierto de mis ojos, estás a mi lado.

Si despierto un día como hoy con una sonrisa tardía en mis párpados cerrados, tus ojos abiertos me ven… Será que estás a mi lado.

Si despierto un día como hoy y las nubes grises y los rayos, el trueno brilla con fuerza en mis ojos y lo veo todo tan claro que no te veo; aún así estás a mi lado.

Eres aquello que dice sin hablar palabras de agua y fuego. Eres aquello que habla sin decir palabras que no duelen. Eres tú quien no está de paso, eres lo que se queda

como los posos del café al fondo de la taza para recordar el trago.

lunes, 12 de agosto de 2024

LA BELLA DURMIENTE


Érase una vez un hombre dormido, ¿o estaba ciego?, una mujer dormida, ¿o estaba ciega? Algunos rayos de luz se colaban a través de la persiana que no estaba bajada del todo, las partículas de polvo danzaban en los haces luminosos. Ella, la mujer que dormía, abrió los ojos todavía sin ver. Alargó su mano y comprobó que no estaba sola. El hombre dormido pestañeo y respiró más profundamente. Ella se levantó, miró a su alrededor. No recordaba cuánto tiempo había estado en aquel lugar que hasta ese momento parecía no haber existido. Fue como una revelación: “un año y tres meses”. Parecía que todos los objetos de la habitación comenzaban a vibrar despertándose de su letargo, como si estuvieran allí para formar parte de la vida de ella, de ¿ellos? Al pensar esto, se sintió cansada otra vez y volvió a tumbarse en la cama mirando hacia la lámpara blanca del techo de la habitación. Inspirar, espirar. Cerro los ojos de nuevo para evitar girarse hacia el hombre dormido y volver a sumergirse en un profundo sueño sin voz. Quería salir de allí, no solo de esa habitación, si no de la casa, de la ciudad, de la faz de la tierra, del universo entero. Quería aniquilar esa sensación que se le pudría en los ojos. Mirar para ver, pensó. No estás sola, pensó. Pero ya no hay nadie aquí a tu lado, se dijo. En esta habitación, en esta cama, mintió. Él, el hombre dormido, se levantó todavía medio sonámbulo. No sabía qué hacía en esa habitación dorada por finos haces de luz solar. Volvió la mirada hacia la mujer que yacía dormida en el mismo colchón que él acaba de dejar. Estaba boca arriba. Ádios, le dijo. Me voy de aquí, aunque sea sin ti. Sé que estoy solo ahora. Tú duermes un sueño extraño. Yo aún no sé cómo llamar a eso, pero no lo quiero más. No quiero vivir sin recuerdos. Y mientras dormimos atesoramos instantes vacíos de memoria. Sin conciencia. 

No escribió una nota en el pequeño cuaderno que estaba sobre la mesa, no alargó su mano para despertarla (hubiera sido peligroso). No volvió a hacer nada más por ella, solo dijo en voz alta su nombre (y lo hizo sin querer): "Soledad." Al escuchar su nombre con esa cadencia en la voz del hombre al que amó tanto, ella abrió de nuevo los ojos y se miraron. Se reconocieron más viejos, más cansados. Se reconocieron en la mirada del otro. No sabían cómo harían para recordar, un año y tres meses sin memoria es mucho tiempo. Por más que se esforzaban no conseguían acordarse de nada de ese tiempo. Solo un parón, un cerrar los ojos involuntario y después el sueño profundo. Se seguían queriendo, así que decidieron continuar reconocieron el duelo necesario. La necesaria pérdida. Juntos afrontaron las lágrimas y la ausencia de ellas. Y cuando todo se secó, se oyó un crujido. Afuera los campos amarillos de espigas eran mecidos por el viento. Ella dijo: "Mira. Es hermoso". Él dijo: "Sí. Parece que empiezo a recordar."

miércoles, 7 de agosto de 2024

martes, 4 de junio de 2024

POSIBILIDADES

En la exactitud del pulso agazapado
en la extrañeza de la astilla clavada en el cuerpo
en la claridad de la cadencia de la lluvia
en todo lo que calla despierto
en todo lo que dice dormido
en las bicicletas de la infancia
en los coches que no puedo conducir aunque tenga edad para hacerlo
en todo lo que dejé sin querer
en todo lo que quise olvidar y no puedo
en todas las distancias que me alejan y te acercan
en todo lo sagrado que colmamos de deseo
en todo lo pueril que rechazamos como nuestro
en todo el delirio profundo y desgarrado
en todo lo material que se desliza bajo el cielo
en todas las ventanas que no acierto a nombrar
en todas las puertas que titubean al cerrarse
se abre un mundo de posibilidades imposibles.