lunes, 3 de septiembre de 2018

Respiro levemente el aroma de la brisa

dentro de los confines aéreos de la calma

como algo inagotable que termina

recibo el pan sagrado de tu vientre

y la mirada altiva de la estatua

camino días escurridizos como pez

resbalando en aceras conocidas de otro tiempo

pero el día siempre vuelve y lo alabamos

porque la vida late en tus pasos de cartón

en las zapatillas crujientes de organdí

en el mundo que nos acecha y nos muere

reviviéndonos luego como manos palomas

para salir al encuentro del vuelo insospechado

como libres ángeles negros de la palabra desconocida.

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