Seguimos ese avión en pos de una canción
la primavera se hacía fuerte en nosotros
no pensábamos en volver
todo el camino yendo hacia adelante,
mundo transparente,
pensamos una canción y se hizo flor
se hizo rama, se hizo árbol.
Hoy los abedules azules cuelgan
de una hoja-lágrima en suspensión
las campanas suenas recordándonos
aún estamos aquí
en esta ciudad sin ventanas
donde el sol expande nuestros reflejos
será una fisura en las persianas que no existen
en esta ciudad no hacen falta ventanas
el sol ¡el sol! y sus rayos oceánicos
piensa por nosotros un nuevo amanecer
un limpio atardecer
un anochecer tan tenue
que ni los párpados de los pájaros
se han cerrado.
Sólo digo que la canción se hizo primavera
la primavera se hizo fuerte en nosotros
los caballos salvajes del olvido
desdibujan su paso
la fuente reverdea un verso suelto
que ocupa todo el espacio
ocupa todo el espacio
como si todo fuera uno solo.
Esta ciudad se ha tragado mi memoria
todo vive en ella
la fugacidad no hiere
es manantial que nunca deja de brotar.
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