Pensamos que nos dirigíamos
hacia tierras lejanas
con los volantes impresos en las clavículas
creímos que aquello sería como ver a Dios
la espada de Damocles
pende ahora sobre nuestras cabezas
la galería de arcos sobrepasa la espera
se funde con el fondo verde
deja de ser posibilidad
flotan las banderas
en lo alto de las torres
colores que estaban hechos de tierra
no acercarán así sus aromas
a menta fresca y mermelada de fresas
el mástil al que se aferran
exhibe orgulloso su abrazo
hambrientos tiburones desgarrarán su tela
haced de ellas una esquela
que de mano en mano vaya
como la falsa moneda.
Redondo!!! Como a mí me gusta... Nada sobra, nada falta... Mira que me gustaría hacer comentarios concretos: poderle decir qué me gusta o qué no tanto... Con usted no puedo: me gusta todo.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
permítame la duda entonces ... si el único espejo que encontré, le di la vuelta y lo guardé boca abajo
ResponderEliminarSe la permito, por ser vos quien sois. Y por lo bien que lo decis...
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