He caminado días sin miedo y el temor me ha dado la espalda
como un viejo amigo que con el paso del tiempo nos olvida y del que nos olvidamos
circundada por cientos de soles amarillos como limones
he caminado despreocupadamente y con sencillez como si no hiciera falta
ni un grano de arena para situar la playa y el mar
el horizonte ha salido a mi encuentro solo por recordarme que hay algo más lejos
algo hacia lo que quiero tender como tienden algunos números al infinito
tu compañía me ha dado fuerza y ánimo durante todo el trayecto
hemos hecho planes en mapas olvidados que hemos desempolvado
donde todas las rutas sitúan nuestro amor sobre el asfalto o el camino de tierra
nuestro hogar ha sido invadido por pequeños duendes amistosos de todos los colores
y hemos pintado rosas en las paredes blancas para no olvidar esta primavera
tenemos la incertidumbre del futuro plantada en un maceta recién comprada
y cada día nos va sorprendiendo con un presente más amable y certero
porque el temor me ha dado la espalda y los soles amarillos sitúan nuestro amor
en el centro de la galaxia donde los planetas giran a su alrededor.
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