Yo te ofrezco mi mano, mi hombro y mis pies para recorrer juntos ese camino que quieres seguir No se si es lo que quieres oir... O lo que necesitas oir Pero después de leer tu poesía, te lo tenía que decir.
No estoy segura, pero creo que mi poesía habla del autoengaño, de la exigencia y del rencor... no se puede exigir la mano de nadie, tampoco conviene olvidarse de uno mismo y si esto sucede, es probable que una negativa convierta nuestro deseo en rencor.
Yo te ofrezco mi mano, mi hombro y mis pies
ResponderEliminarpara recorrer juntos ese camino que quieres seguir
No se si es lo que quieres oir...
O lo que necesitas oir
Pero después de leer tu poesía,
te lo tenía que decir.
¿te has preguntado si siempre has brindado tu mano a quien te la pidió?
Eliminarmil gracias, Cristóbal!!!
ResponderEliminarYo he hecho este ofrecimiento muchas veces y he sido despreciada
ResponderEliminarNo estoy segura, pero creo que mi poesía habla del autoengaño, de la exigencia y del rencor... no se puede exigir la mano de nadie, tampoco conviene olvidarse de uno mismo y si esto sucede, es probable que una negativa convierta nuestro deseo en rencor.
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