Quisiera que tus ojos no terminasen
de expandirse nunca, como una suerte de río
o de mar o quizás el océano
quisiera que tus pasos no terminasen
de llegar nunca, como una suerte de viaje interminable
o una bandada de aves en el cielo
quisiera para tus manos un tejido
de otras manos, para que nunca te cansases de ti
pues estarías en tanto con los otros
quisiera para tu cuerpo el abrigo
de otros cuerpos, como un planeta
complejo y redondo o terminado
quisiera para tu voz un cántaro de agua fresca
quisiera para tu quejido un crujido de huesos
tan real que no pudiera negarse y una palabra cercana
como la caricia que cura la fiebre
quisiera para ti una vida digna de ti
y para mi quisiera siempre el regalo
de tu compañía tranquila y vibrante.
domingo, 25 de noviembre de 2018
Quisiera una lluvia de estrellas para tus ojos
un vasto mundo de colinas interminables
el cielo todo abierto al sol
o unas huellas de arena en el mar.
Todo esto es lo que deseo, pero no basta.
La realidad pone luces de navidad a su antojo.
Quisiera que todo fuera como imaginamos
pero imaginar no basta: las ramas secas
entrelazan su suerte a la del cielo
mientras clavan su raíz en la tierra.
un vasto mundo de colinas interminables
el cielo todo abierto al sol
o unas huellas de arena en el mar.
Todo esto es lo que deseo, pero no basta.
La realidad pone luces de navidad a su antojo.
Quisiera que todo fuera como imaginamos
pero imaginar no basta: las ramas secas
entrelazan su suerte a la del cielo
mientras clavan su raíz en la tierra.
La mirada: un ojo que flota sobre mí
mientras yo voy dormida por calles imaginarias
he vertido el agua azul en el prado verde
sin importarme las consecuencias.
Hoy el mapa ha desaparecido de mis manos
hoy el hambre ha encontrado su ser
hoy me quedo, hoy permanezco en mí
por raro que parezca el escenario.
mientras yo voy dormida por calles imaginarias
he vertido el agua azul en el prado verde
sin importarme las consecuencias.
Hoy el mapa ha desaparecido de mis manos
hoy el hambre ha encontrado su ser
hoy me quedo, hoy permanezco en mí
por raro que parezca el escenario.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)