domingo, 3 de abril de 2016

SIEMPRE LAS LUCES

Las luces, siempre las luces
caminaban sobre mis pupilas
la luz era diáfana
se inmiscuía en todo aquello bajo el cielo
esparciendo su incertidumbre
una epidemia de reflejos y brillos
que me hacía sentir desorientada y aturdida
insertada en un mundo de cristal.
Tengo la enfermedad de las luces raquíticas, las luces blancas y amarillas, las luces suntuosas, las luces tibias, las luces que no miran hacia el sol bajo un cielo de tormenta, las luces eléctricas.

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