Las luces, siempre las luces
caminaban sobre mis pupilas
la luz era diáfana
se inmiscuía en todo aquello bajo el cielo
esparciendo su incertidumbre
una epidemia de reflejos y brillos
que me hacía sentir desorientada y aturdida
insertada en un mundo de cristal.
Tengo la enfermedad de las luces raquíticas, las luces blancas y amarillas, las luces suntuosas, las luces tibias, las luces que no miran hacia el sol bajo un cielo de tormenta, las luces eléctricas.
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