Tengo palabras encendidas en la punta de mis dedos
surgen como fogonazos de linternas
en la oscuridad alumbrada de los días
quieren entender de dónde viene su anhelo
atinando sólo a nombrarse sin señalar
insisten en la ardua tarea de enredarse
unas a otras sin hallar forma geométrica
sabiéndose desamparadas quisieran desaparecer
pero apagándose estas se encienden otras
tras las ventanas del anochecer y enseguida
deciden continuar como fogonazos de linternas.
domingo, 12 de abril de 2015
EN LA BARANDILLA DE LA CHICHARRA
Espuma de mediodía
canto acodada en la barandilla de la chicharra
como un ser enmudeciendo día arriba
sigo también el camino de las hormigas
abajo quisiera saber qué dicen cuando duermen
mientras luciérnagas encienden sus ventanas a la noche
¡bailé! fue corto y me supo luego a escalofrío
es cuestión de perspectiva, mirar pues
la nota de la chicharra.
canto acodada en la barandilla de la chicharra
como un ser enmudeciendo día arriba
sigo también el camino de las hormigas
abajo quisiera saber qué dicen cuando duermen
mientras luciérnagas encienden sus ventanas a la noche
¡bailé! fue corto y me supo luego a escalofrío
es cuestión de perspectiva, mirar pues
la nota de la chicharra.
sábado, 11 de abril de 2015
SÓLO LLUEVE
Llueve
con esa lentitud que para mis manos
adentro del cristal.
Llueve
los párpados se entornan con lasitud
sin llegar a sentir
el hueso que estira la piel.
Llueve
mil pasos callados atenuando el ruido
de la calle.
Llueve
sin tan siquiera melancolía
sólo llueve.
con esa lentitud que para mis manos
adentro del cristal.
Llueve
los párpados se entornan con lasitud
sin llegar a sentir
el hueso que estira la piel.
Llueve
mil pasos callados atenuando el ruido
de la calle.
Llueve
sin tan siquiera melancolía
sólo llueve.
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