La noche tiembla en tu corbata
abedul incierto, luna de agua
hiciste que viniera hasta aquí para reconocerte
acaso la bruma se posaba en la laguna de tus ojos
sin que pudieras verte en los espejos
tu canto es el que yo seguí
y si tu voz no eras tú
yo supe conocerte en tus silencios
como una revelación del estío
en el que permaneces, campos amarillos
algo de luz para tu rostro
algo de ocaso para el mío
recorriste muchos caminos para llegar a tu soledad
mientras el silencio venía a posarse
como las libélulas que yo te espantaba
aniquilamos el tiempo
nos liberamos
a veces la pólvora prende más rápido
ya sólo nos queda la mecha las bridas y el caballo
es hora de partir
es hora de salir de nuestro refugio
apenas queda nieve en la cumbre
nos sobra tiempo
deja todo como está.
imposible dejar las cosas como están cuando conmueves de esta manera...
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