En la transparencia de mi ser habitan pequeñas moradas donde residen vuestros anhelos. Casi todos os aferráis a mí queriendo despojarme del misterio que exhala mi cuerpo mientras duermo sobre vuestras cabezas. No existe nada que delate la presencia de mi cuerpo exceptuando un color ácido que dibuja mi vestido. Si la pared y mi piel son del mismo color, recordad mi transparencia. Todos vuestros brazos quieren sacar partido de la inocencia de mi sueño. No sé quiénes sois, no puedo veros. Pero en pos de vuestro viaje habéis ingeniado utensilios con los que podéis agarraros a mí, excepto algún cínico que quiere obtener una fotografía incómoda que delate que allí no hay nada si no el vacío, supongo.
Vuestros sueños habitan pequeñas moradas donde reside mi transparencia. Allí, como si un ángel fuera, los guardo. Una sonrisa peina mi cabello.
Ilustración de: http://www.otoshimono.org/
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