Tras los cristales el día se deja caer placentero
como un niño consentido que se ha atiborrado de chucherías
cae por el patio hacia el suelo sin hacer casi ruido
sólo el eco que resbala entre mis sienes
me recuerda su presencia
puebla de imágenes soñadas
mi deambular por las calles quietas
puebla de calma
mi deambular por calles llenas
mientras, en un nicho yace la muerte dormida
pero todos nos iremos
dejaremos este patio de recreo
ese cristal tras el que el día se deja caer placentero
en la noche.
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