martes, 5 de junio de 2012
EL HOMBRE Y LA MÁQUINA
Camino, pero no sé por qué camino
Me escondo, pero no sé de qué
Mi corazón late, pero apenas siento una emoción
Si esto no es caminar, si esto no es mostrarme, si he dejado de sentir ¿cómo decir que estoy vivo?
Cuando todo se vuelve gris
Y quizás prefiero no conocer este color
Cuando debería ser blanco, o ser negro
Pienso el automatismo de las máquinas
¿qué hay entre ellas y yo?
Frente a mi se sienta un robot
Sé que no debería percibir mi pulso, como se acelera
He de mentir
Para salvar la vida
No retar a la máquina
Que tampoco perciba mi miedo
¿y si todo ha sido un sueño?
Camino con cuidado, estoy despierto
Me escondo, pero no demasiado (sigo creyendo en su existencia)
Acepto mi miedo justificado contra la máquina y su automatismo
Parte de mi robot
¿Cómo era ser feliz?
Recuerdo apenas una forma de sentir
El dolor y el placer
Saldré fortalecido
Saber lo que me pide el corazón
Aceptarlo, no esconderlo
Caminar al son de su latido
aunque no recorra todos los caminos
desaparece la máquina y yo sigo aquí
un poco menos perdido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡ay! ¡que torpe la máquina,no?! ... pero no te escondas ¡¡nunca!!
ResponderEliminar