Qué gusto dan los días de lluvia
parece que sólo hubiera que sentarse
y pasar las horas leyendo
sin ser ni conductor ni oficinista
dejando que las palabras escritas
escurran por el cristal de las gafas
y las vemos pasar como señales
de un viaje en coche
como los caminos que vemos de donde parten
pero que no imaginamos hasta donde llegan
Los días de lluvia son para los gatos de la casa
que pueden descansar su elegancia en un ovillo
luego, tirar de la hebra
será como provocar nuevas tormentas
como invocar el trueno y el relámpago.
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