Respiro levemente el aroma de la brisa
dentro de los confines aéreos de la calma
como algo inagotable que termina
recibo el pan sagrado de tu vientre
y la mirada altiva de la estatua
camino días escurridizos como pez
resbalando en aceras conocidas de otro tiempo
pero el día siempre vuelve y lo alabamos
porque la vida late en tus pasos de cartón
en las zapatillas crujientes de organdí
en el mundo que nos acecha y nos muere
reviviéndonos luego como manos palomas
para salir al encuentro del vuelo insospechado
como libres ángeles negros de la palabra desconocida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario