No puedo parar
el día continúa
y tú
bajo el peso del no-vendaval
me dices
"mi amor,
prometimos no escondernos
de la hija del cazador"
en la aurora de los puentes tendidos
como dos animales primitivos.
¡¿Cómo voy a parar?!
He aquí
el arco y la flecha.
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