Del balcón cuelgan hilos de luz
no puedo seguir tus pasos
semejantes a aullidos
semejantes a la invitación de las aves.
Cuántas veces me he repetido
la vida está en otra parte
sordo el eco de su palpitar.
Las horas del mediodía
poseen un tiempo mágico.
Déjalas verdear.
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