Nos acechan el cuerpo
palabras indescifrables
caídas de no se qué paraguas
nos colamos por las rendijas
como humo
para deshabitar la extraña rutina
nos llenamos de sonidos
lejanos en esta totalidad
inaudible de remotas corrientes
creyendo que pronto anidarán
semillas de flores trepadoras
la garganta de esta puerta invisible.
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