He de escribir sin sábanas blancas que aterciopelen mi sueño
desterrar esa estrella plácida y brillante que me acaricia
salir corriendo de esta habitación que ocupa tanto espacio
vacío, he de saltar al vacío de la palabra que no llega
irla a buscar allí donde no busqué antes
donde creí que no había nada que decir
he de decir que NO PIENSO MORIR
que si este otoño se viste de hospital
me taparé los oídos para no escuchar el ruido de las jeringuillas
mascullaré una escapatoria toda la noche vigilante
como si el bosque se estuviera incendiando tras los cristales
anudaré las sábanas blancas para que no aterciopelen mi sueño
y descenderé hasta el campo abandonado que hay detrás
correré como nunca antes he corrido
como si no tuviera miedo
no se a dónde me puede conducir este camino
quizás las farolas en las que se enroscaba mi pena
me devuelvan otra luz a mi vuelta
o quizás se hayan apagado todas
y por fin pueda dormir a cielo raso.
anudaré las sábanas blancas para que no aterciopelen mi sueño
y descenderé hasta el campo abandonado que hay detrás
correré como nunca antes he corrido
como si no tuviera miedo
no se a dónde me puede conducir este camino
quizás las farolas en las que se enroscaba mi pena
me devuelvan otra luz a mi vuelta
o quizás se hayan apagado todas
y por fin pueda dormir a cielo raso.