En el cuarto de invitados la vida pasa lentamente
a penas un suspiro puede despertar a algun vecino
así que permanezco quieto
hundido en los pliegues de la almohada
quizás un poco abatido tejiendo monólogos
pero recuerdo cómo llovía cuando me acerqué a este cuarto
y conozco los colores de la brisa
que esperan pacientemente en el firmamento
la luna tiñó su faz de color azafrán
puf!... sin comentarios... fabuloso...
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