Y he sentido paz… En este momento en que el sol se ha
escondido, la luz es tenue y hace resaltar las zonas iluminadas de los objetos
con un brillo especial que contrasta armoniosamente hacia las zonas más
oscuras. En mi mente no hay ruido, escucho el silencio que no miente vacío.
Despacito, parece que quiere volver a salir el sol, pero alguna nube perezosa
lo vuelve a tapar como un dulce manto frío tapa al enfermo de fiebre. Cuando
pienso en ti me invade esa sensación cálida que cubre todo mi cuerpo y ahora
esta atmósfera lo envuelve calmando un poco mi sed, haciéndome sentir que los
pies son un poco más pesados y se afianzan en la tierra. Sin embargo, a la vez,
mi cuerpo se desenvuelve liviano, se puede mover ligero.