Botas de lluvia rosas
Palabras que llegan
Entran y se quedan
Mañana no volverá
Entiendo que basta con hablar
El sol ha salido
El frío no le da tregua
Paraguas mojados y aceras
Una sala de cine
La noche del domingo se ha quedado
Desierta, como en la película
Una de ciencia ficción
Veo el arco iris
Cruzando el cielo.
lunes, 31 de enero de 2011
miércoles, 26 de enero de 2011
domingo, 23 de enero de 2011
lunes, 17 de enero de 2011
PARA TI (QUE ESTÁS TAN LEJOS Y TAN CERCA)
Imagen Pág. 52 Océano Mar (Alessandro Baricco)
I
Hay resquicios tuyos
En la cera de colores derramada por el candelabro
Si te siguiera buscando
Con la mirada alerta, te encontraría
En casi todos los objetos
Dentro y fuera de esta casa
Pero no encontraría la fuerza que los anima y los convierte
En materia palpitante llena de vida que choca
Como el sol contra los cristales de mis ojos-ventanas
II
Dejar que las cosas pasen
Sin provocar incendios temperamentales que pronto
Se derrumban en un montón de cenizas
Es como interponer objetos ciegos de oscuridad
Contra el astro luminoso, así no te quiero
Como recortes de cartulina
A contraluz, te anhelo
Quizás te deseara como reminiscencia pero
Yo no te amo en las orillas, no
Si no en pleno centro
Vorágine
Profundidad de las corolas, vorágine
Surcando la espiral de pétalos gigantes
Llevada por lo intenso de tu aroma,
Escarabajo volador,
Quedo atrapada cuando te cierras
para luego salir volando y polinizar
Las demás flores blancas del nenúfar
III
Vida capital
La periferia rodea toda la vida
Acurrucándola, arrullándola
Por el sonido del tráfico que se aleja
Y luego vuelve, melodía fugaz
Conozco de que están hechos
Los fuegos artificiales.
jueves, 13 de enero de 2011
UN CUENTO PARA CASILDA
Portada "Caminos sin nombre" Anna Cagtagnoli
Casilda se sienta en el jardín y mira a los pájaros cómo llegan, les echa migas de pan con la mano. Casilda cuenta que tiempo atrás su madre hizo lo mismo que está haciendo ahora ella, “da de comer a los pájaros“. Por eso Casilda piensa con su cabeza llena de estrellas y constelaciones estelares que un día llegará hasta su puerta un pájaro distinto, quizás por su tamaño diminuto, quizás por sus colores un poco menos apagados, y Casilda extenderá su mano y el pájaro trinará de aquella forma que conocían como llamada sus antepasados ovíparos.
Casilda quita las migas del mantel ribeteado y blanco y las tira a la basura. Casilda piensa “qué estará pasando”, se marcha a su habitación acompañada de un sonido diafragmático y presiente un ardor en sus mejillas, Casilda niña. Quizás pudiera acompañarse por los argonautas o mejor extender los brazos y volar como las aves migratorias. Cruzar la tierra y los mares y los océanos y llegar, cerrar sus alas y haber llegado. Casilda cuenta que las aves son su páramo y que Pedro … Casilda no conoce el significado de esta palabra.
Casilda siempre se ríe, menos cuando llora (nadie sabe por qué llora) y las flores hacen muecas a Casilda tumbada entre los árboles del bosque, se levanta y desaparece. ¿Dónde vas, Casilda?- le preguntan los alces. Voy a aquel lugar- contesta Casilda señalando las nubes.
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